Dormir bien es posible
Hoy hablamos de cómo climatizar nuestro dormitorio para dormir lo mejor posible.
Lo primero, lógicamente, es contar con un equipo de descanso adecuado. Debe permitir la circulación del aire y de ese modo reducir la posibilidad de que el sudor nos impida descansar. Eso es muy importante tanto para el colchón como para la almohada.
Además de eso, hay que ir a dormir con la digestión hecha.
Si nuestro metabolismo está muy activo, la temperatura exterior no será tan importante, porque el cuerpo tendrá que estar trabajando mientras debería estar descansando. Infusiones, leche caliente o algo que le prepare para el sueño son también recomendables.
¿Y el aire a nuestro alrededor? Lo más renovado posible y a tres-cuatro grados menos de la temperatura de calefacción durante el día. Si su calefacción tiene termostato programable, es recomendable que programe una temperatura igual todos los días: el cuerpo agradece la regularidad.
En el caso de tener que dormir con mucha calefacción o con el aire acondicionado puesto, asegúrese de que la habitación tiene suficiente humedad. Lo ideal es un humidificador programable. De ese modo, nuestro aparato respiratorio no se resecará y podremos descansar.
Y con suerte, por la mañana se cumplirán nuestros sueños.